Defensa penal en delitos
de estafa
La estafa es un delito que consiste en engañar a otra persona, a la que se causa, con ánimo de lucro, un perjuicio patrimonial o a un tercero.
Para que exista el delito, el engaño debe producirse antes del contrato, acuerdo, o pacto entre quien estafa y la víctima.
Los delitos de estafas se regulan en los artículos 248 a 251 bis del Código Penal y tienen una pena que oscila entre los seis meses y ocho años de prisión.
Las estafas más comunes que podemos encontrar son las estafas tradicionales y las estafas informáticas, siendo estas últimas, muy comunes durante los últimos años.
Estafas informáticas ¿cuándo se cometen?
Las estafas informáticas son aquellas que se llevan a cabo haciendo uso de Internet u otras técnicas o sistemas informáticos.
Este tipo de estafas se incluyó en el Código Penal en el año 2010 y son aquellas que se cometen cuando:
- Con ánimo de lucro, mediante la manipulación informática de transferencias no consentidas de cualquier activo patrimonial en perjuicio de otro.
- Se obtiene de forma ilícita datos bancarios de la víctima para disponer de su dinero.
- Se fabrican, introducen, o facilitan programas informáticos diseñados para cometer estafas.
- Se utilizan tarjetas de crédito/débito, cheques de viaje, o datos para realizar operaciones de cualquier clase, en perjuicio de su titular o de personas terceras.
- Se realizan clonaciones de tarjetas de crédito a través de lectores grabadores o softwares para la lectura y copiado de tarjetas.
¿Qué es el “phishing bancario”?
En el “phishing bancario” se utilizan los datos de muleros o “phisher mulo” para abrir una cuenta bancaria y poder transferir el dinero obtenido fraudulentamente de la víctima.
Desde esa misma cuenta, se vuelve a transferir el dinero a otra cuenta bancaria del estafador, que normalmente suele ser internacional. Estos muleros actúan a cambio de una comisión de los estafadores.
¿Cuáles son las penas en un delito de estafa?
Los delitos por estafa suponen habitualmente unas penas de entre seis meses y tres años de cárcel.
Sin embargo, varían en función de distintas circunstancias, como la cantidad estafada o el objeto afectado y la pena de prisión puede verse aumentada.